En Zarama creamos piezas de joyería artesanal cargadas de historia, inspiradas en la naturaleza y elaboradas con un profundo respeto por ella. Cada una de nuestras joyas está pensada para acompañar momentos cotidianos y especiales, permitiendo que quien la lleve se sienta única, consciente y auténtica.
Diseñamos desde la emoción, desde los recuerdos y las raíces. Nuestra inspiración nace de los pequeños detalles del entorno: una hoja, una flor, una textura... la vida misma.
En Zarama creemos en una joyería funcional y versátil, que se adapta a diferentes momentos sin perder su esencia artesanal. Combinamos procesos hechos a mano con diseño contemporáneo, siempre fieles a nuestra identidad.
Cada pieza es única, con formas orgánicas y colores naturales que evocan la fuerza y delicadeza de lo que nos rodea. Así, nuestras joyas no solo adornan: también conectan, cuentan historias y celebran la belleza de lo simple.
Naturalidad – Empatía – Conciencia – Amabilidad – Cercanía
Estos valores nos guían en cada decisión creativa, en cada proceso y en la manera como nos relacionamos con nuestros clientes. Queremos ser una marca cercana, amable y coherente, que inspire conexión con la naturaleza y consigo misma.
María Isabel Medina Zarama
“Zarama nace por tradición familiar.”
Hace más de 100 años, mi familia encontró en el trabajo manual una forma de dar bienestar a través del arte. Desde entonces, lo artesanal hace parte de nuestra identidad. Inspirada por esa herencia y por la naturaleza que me rodeó en la infancia, decidí dar vida a Zarama en el año 2010: una marca que une memoria, arte y conciencia.
Un profundo vínculo con la naturaleza, tanto en la inspiración como en el proceso.
Un enfoque en el bienestar emocional de quien lleva cada pieza.
Procesos hechos a mano que respetan lo artesanal y lo sostenible.
Un legado familiar que honra lo artesanal y el saber manual como forma de vida.
Un lenguaje visual y conceptual que resalta lo auténtico y natural del diseño colombiano.
Nuestras joyas están pensadas para mujeres que encuentran belleza en los pequeños detalles, que valoran la autenticidad y que saben que una joya puede acompañar, proteger, conectar.